jueves, 12 de noviembre de 2015

Lucha sí. Sin violencia, también.

No pretendo escribir nada de carácter filosófico ni romántico, como suelo hacer; sólo voy a expresar mi opinión respecto a un tema que ha surgido en una conversación con una preciada amiga mía. Dicha amiga, cree que la violencia puede llegar a estar justificada y que es incluso necesaria en situaciones de lucha contra el poder en las que parte del pueblo no sea escuchado. Desde mi punto de vista, esto me parece una barbarie. Tan solo basta con imaginarnos la siguiente situación hipotética: el pueblo que no es escuchado se rebela contra el poder. El pueblo que no es escuchado llega al poder gracias a la violencia. Surge un nuevo sector del nuevo pueblo que no es escuchado por el poder y se rebela contra este. Este nuevo sector llega al poder usando la violencia. ¿Hace falta que siga? Creo que no. Si continuamos esa serie, al final va a quedar una fracción de pueblo que lleva la razón sin nadie a quien gobernar, porque están todos muertos; o bien, simplemente nos encontramos ante la "pescadilla que se muerde la cola": el sector que llega al poder ignora al que antes estaba en el poder. El que ahora es ignorado se subleva y llega al poder y vuelve a ignorar a los otros. Etcétera, etcétera y una larguísima etcétera más. La violencia no está justificada. En ninguna situación. La violencia trae caos, desorden y miedo y, lo peor de todo, NUNCA SE ACABA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario